La asignatura un medio para aprender a convivir
¿Recuerda usted algún conflicto entre
los estudiantes? ¿Hubo señales que le permitieran a anticiparlo? ¿Qué aprendió
acerca de sus recursos como docente o falta de ellos para manejar ese
conflicto?
- Acepte que el conflicto es parte de la vida.
Valore el conflicto como una oportunidad para aprender a relacionarse con
los demás.
- Manténgase atento a lo que sucede, muchos
conflictos pueden evitarse si los adultos son perceptivos y se dan cuenta
de las señales que los preceden.
- Si ha habido violencia entiéndala como un
síntoma de un conflicto no resuelto. Si no se aborda el conflicto de base,
la violencia persistirá.
- Recuerde que las personas que están en
conflicto “lo están pasando mal” y necesitan que sus puntos de vista sean
escuchados.
- Siga la evolución de los estudiantes
involucrados en el conflicto. Manifiésteles que su interés por ellos es
independiente de la situación que originó el problema. No espere el
próximo “estallido” para volver a acercarse.
- Considere el trabajo en su asignatura como un
medio para aprender a convivir.
- Invierta tiempo en escuchar y comprender más
que en aplicar sanciones.
- Enseñe a los estudiantes a decir lo que les
pasa, a expresar lo que sienten, a pedir ayuda.
- Recuerde que el camino más corto para
acercarse a sus alumnos es compartir sus intereses.
- Pregúntese qué podría haber hecho usted para
evitar el conflicto.
- No etiquete a los estudiantes como
conflictivos o problemáticos, valore sus cualidades positivas y aborde las
situaciones desde allí. Usted podrá aumentar su influencia si ha
construido “puentes” que los acerquen.
- No trivialice la situación, a usted puede
parecerle sin importancia pero, sin duda, la tiene para los involucrados.
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